martes, 26 de junio de 2012

la lactancia desde mi verso de amor

la lactancia es una erótica no sexual,
una artacción natural,
dulce, sensible romántica y normal...

unos ojos mirando a otros,
sulicando con sonrisas babeantes,
un oquito de esos bultos tangentes
que rebosan en el sscote de mamá...

salen mamá y bebé, de la ducha....
y la mamá sorprende a un bebé con asecto seductor,

mirandola, con devoción,
cual un cachorro un bistec recien cocido,

la madre, seducida por esos ojos que la miran, esos labios que
succionan en el aire....
despierta unos instintos, unas hormonas que le generan placer, las
hormonas del amor.

y la rolactina actúa, haciendo que sus senos se inflen, y llamén la
atención  de los ojos que se salen de sus orvitas...

y el bebé se acerca, gateando, desesperado or llegar a los senos de su
''diosa'' que lo eseran,
y ella, entrando en un nirvana celestial, de felicidad, plenitud y
sosiego, se deja llevar or la hormona oxitocina....

y de sus pechos, tan tangentes, rebosantes, salen rayos de oro blanco
disparados, humedeciendo y preparando a los ansiosos labios del bebé,
que ya ha logrado abrazar, en un beso hermético, sus estimados
pezones, sus dos devociones...

uno en la mano, es estimulado mientras el otro es besado y
succionado... de vez en cuenta va comprobando si está el segundo
preparado para luego....

sube la mirada y se encuentra a una mamá llena de amor, llena de
carisma y autosatisfacción, por ser madre, cariño y alimentación....
por dar placer y recibir amor, por dar todo el sustento y calor, que
entre sus entrañas un día cabió....


y se mete en un mundo soñado, hormonado, recordando el bebé en el
vientre, el bebé que crecía en su interior, se imagina (o se ve) junto
a él en un recipiente seguro, calido y en un ambiente de amor ...

y entonces descubre, ese infranqueable cordón umbilical que la une a
su bebé, esos sento que prolongan lo que de su  ombligo cortaron....
ese vínculo, incomparable, tan fuerte con el instinto, tan resistente
como el tallo de una amapola, tan delicado y sensible como sus
hojas....

esa madre y ese bebé, que por un momento vuelven a ser uno, y se
detiene el tiempo, en un romanticismo en que se transforman ambos en
uno, se amoldan sus cuerpos desnudos, se pegan, se abrazan y se funden
en un solo cuerpo, y reviven lo que un dia fueron... disfrutándolo y
afianzándose en su enamoramiento y amor..

como el amor de una madre y de su bebé no hay nada...

la lactancia prolongada, prolonga a su vez, ese enamoramiento
romántico, ese vinculo que evoluciona y se transforma, la magia de esa
relación, la chispa que da futuro de apego, estabilidad y
seguridad....

el oro blanco , fundido en los senos de la madre, es simplemente el
amor, confianza, respeto fundido junto al sustento
afectivo-alimentario que un bebé y niño necesita... para ser una
persona adulta digna, fuerte, segura y feliz.